At 27 agosto, 2007 18:48, Nimue
Las promesas fantasiosas y utopicas, uno espera que no sean cumplidas, pero son agradables cuando se hacen... lo que es triste, es cuando no se cumple la palabra o los compromisos simples, hacen sentir que si no pueden hacer el minimo esfuerzo por cumplir lo que dijeron, realmente la persona a la que se le prometio algo no es importante.
No me gustan las promesas, siento que sirven de jsutificación cuando alguien no quiere hacer lo que debe y quiere dilatarlo.
Yo soy de las que promete poco, porque la verdad me gusta cumplir con lo que digo que haré.
Prometo lo que se que puedo cumplir,porque reconozco mis límites.
Pero si me prometieran el cielo en un momento de debilidad talvez hasta lo creería, es al necesidad de creer.
Un abrazo.
At 30 agosto, 2007 16:41, Hanzinho
Puuucha ohhh niña linda...
Ya llevai como 5 posteos asi como tristones....
Ya llegará la primavera... :P
Cooooon respecto a las promesas, se me viene a la mente esa de el amor eterno...
Esa promesa es mas falsa que billete de 3 lukas...
A menos que seas adivino y puedas ver el futuro, el amor eterno no existe...
Por lo tanto, hay que disfrutar dia a dia el momento... lo que no es para nada poco... :P
Eeeeeen fin.....
Saluosssss
At 31 agosto, 2007 00:50, Unknown
debo confesar qe amo tu blog
yo por mi parte no prometo, porque me considero digno de confianza
Hize la promesa scout y es la unica que recuerdo y esta impregnada en mi forma de ser
"por mi honor prometo, hacer todo cuanto de mi dependa, para cumplir con mis deberes con dios y la patria (entiendase de una manera sumamente especial ambas en mi caso), ayudar al projimo en toda circunstancia y vivir fielmente la ley scout"
al ser digno de confianza no necesito reforzar mi palabra
no necesito hacerla valida con un sello que diga "esto es en serio" porqe siempre cuando se habla con el corazon es en serio
tiendo a hablar de corazon y sinceramente.
un beso
y como repito....
AMO TU BLOG!
Hace tiempo atrás leí algo muy cierto...los esquimales, pueblo esforzado y criado en el frío ártico, no son de prometer cosas sino que dicen "haré lo que pueda".
Las promesas se han menospreciado por parte de algunos hasta volverlas algo banal y superficial...pero es el espíritu original el que debemos de rescatar. Seamos concretos en nuestros compromisos y prometamos cuando realmente sintamos que podamos cumplir; más allá de eso, hagamos lo que podamos y de corazón, como de seguro lo hacen los esquimales.
Saludos cordiales.