jueves, marzo 23, 2006
Posteado por Libelula a las 2:29 a. m.

Demasiado perdida como para intentar ayudar a alguien a encontrar su camino.
Que quien corresponda bendiga a mis amigos que siguen fijos iluminandome mientras todo se oscurece.
Tiempo al tiempo? A las pailas con ese dicho tonto.
Yo no quiero esperar.
Yo quiero vivir.
Quien se tira al agua?


Nos vemos pronto.
 
domingo, marzo 12, 2006
Posteado por Libelula a las 6:24 p. m.


A veces me preguntan que se necesita para ser un buen hombre.
O que tipo de hombre busco yo.
Me complico demasiado para responder.
Como saber que es lo que uno busca si nunca lo ha encontrado?
Como tener una mínima idea de lo que se quiere?
Algunos puntos ayer alguien con acciones muy simples me lo demostró.
Quiero un hombre que al cruzar la calle, cambie de lado. Y no haber tenido yo que enseñarselo.
Qué a veces decidan por mi en pequeños detalles.
Qué me canten al oído.. que me susurren cosas bellas..
Qué sean honestos y que confien.
Qué me despierten una pasion incontrolable y que por cada segundo que pasa yo quiera unir mis labios con los suyos.
Qué día a día sin importar nada se sigan sorprendiendo y viendo la realidad de los pequeños detalles que puedo entregar.
Qué me abrace y no me deje ir.
Qué siga provocando en mí aquel estrepitoso palpitar cuando me mira o cuando me habla.
Por dios que es injusto el mundo de las miradas.
Cada mirada silenciosa a la distancia.. queriendo decir tantas cosas sin palabras... o diciendolas sin pronunciarlas.
Quiero besos melosos, quiero la suavidad de un abrazo, y de vez en cuando la brusquedad de una pasión desbocada.
Quiero quiero quiero.
Y tanto como quiero recibir, quiero entregar.
Entregar más que recibir.
Sonreír más que llorar.
Que injusta se me presenta la vida cuando ni siquiera puedo entender lo que siento.
Tan sólo sé lo que quiero, pero no se si me alcanza la valentía para luchar por ello.
Ya no compro aquel discurso "yo soy distinto al resto".
Ninguno me lo ha demostrado.
Y no estoy segura si quiero que lo hagan.
Quiero creer pero tengo miedo a decepcionarme denuevo.
Ok.. habrá que intentarlo..
Eso lo tengo claro.
Pero ya no quiero que me hagan más daño.
Y por nada en el mundo, quiero dañar yo.
 
martes, marzo 07, 2006
Posteado por Libelula a las 3:30 a. m.

Es tiempo de creer.
De creer en la noche, en el día.. en el aire que respiras..
Luego olvidarlo y al día siguiente sorprenderte con estas mismas cosas.
Dejar de pensar tanto para pensar poco en aquellas cosas que se piensen o no, seguirán igual.
Esa es mala manía de muchos. Me incluyo.
Rumiar un pensamiento por mucho tiempo hace mal.
En ese mismo tiempo en el cual nos cuestionamos "cosas" o situaciones, podríamos estar disfrutando las pequeñas cosas que tenemos.
Digo pequeñas porque nadie las ve como grandes.
Poder observar, escuchar, desentonar en una canción...
Aquellas pequeñas cosas que sin duda son algo importante, pero que nadie valora.
Son tan grandes que se convierten en pequeñas.
Quién nos creemos para tirar a la basura todos esos tesoros?
No deberíamos ser más concientes de aquello?
Puedes pensar que sí.
Este minuto y cuando termines de leer esto.
Pero lo cambiarás?
Comenzarás a darte cuenta que estás respirando y que tus pupilas captan miles de colores para hacer tu vida más dulce que una antigua película en blanco y negro?
Sería bueno.
Hay gente que tiene cosas y sólo las valora cuando las ha perdido.
Todavía puedes retractarte.
Comienza a disfrutar esas pequeñas grandes cosas.
Desde ahora.
Quién te lo impide?
Veo que nadie.
 
miércoles, marzo 01, 2006
Posteado por Libelula a las 4:49 a. m.

La muerte es un evento tan natural como el nacimiento, pero a la inversa.
Y sucede que siempre estamos preparados para una nueva vida, pero nunca para que nos quiten una.
Por una parte es egoísmo no querer dejar a las personas que significan algo en nuestra vida, por otro lado es miedo a necesitarlos y que no esten.
Es complejo hablar de la muerte cuando es algo que en la vida misma es dificil de conversar.
Pues más dificil aun es estar preparados para ella.
Es dificil saber que un día ya no estaremos más allí para los que queremos, ni ellos para nosotros.
Es dificil saber que eso no es controlable.
Que tal vez hoy me vaya a dormir y no despierte.
Creo que todo lo que tiene vida y un conciencia le teme a lo desconocido. No a la muerte, sino a lo desconocido.
Y desconocido e incierto es un futuro en el cual se ha borrado a alguien del cuento como un dibujante borra algo para cambiarlo.
Hablar de la muerte es complicado, pensando en la nuestra propia, y en la de los que queremos.
Día a día miles de personas dejan este planeta, y aunque no nos interesa por algo más que morbo saber cuantas personas mueren en un terremoto o atentado, cuando una de las nuestras están en aquello, uno es un número significativo.
Es que para la muerte todo es distinto.
Mientras para un nacimiento hay preparativos, festejos, ropas y celebraciones, para la muerte - luego de ser aceptada- existe algo muy distinto.
Con el dolor de una perdida hay que preparar funerales, flores, elegir un ataúd, avisar a los conocidos, aceptar condolencias...
Lo fastidioso es que en un momento de dolor y vulnerabilidad es hay que buscar un ataúd "adecuado", una iglesia, un cementerio para aquellos que le gusta enterrar su cuerpo.
No sería más fácil estar tan preparados para la muerte como para un nacimiento?
No hablo de vivir día a día pensando en la muerte, sino que alguna vez conversarlo como algo natural y no destructivo (aunque lo sea.)
Tal vez aunque suene extraño, dejar algunas cosas "preparadas".
Es que la muerte, se quiera o no, es inevitable.
Por el derecho a la vida, lo único que tenemos 100% seguro es la muerte.
Ni amor, ni comida, sino que tenemos seguro la muerte.
Yo no le temo a la muerte, sólo espero que no llegue en un momento inapropiado.
Ni estoy preparada para que se pasee entre los que amo.
Ni entre los que quiero.
Pero si viene, estoy preparada.
Ya dije casi todo lo que debería.
Y ya tengo decidido como será el momento en que alguien tenga que cargar mi armadura.
No pido ni flores ni canciones.
Ni imagenes ni colores.
Tan sólo pido, que no sientan pena por aquello que dejé de ser, sino que disfruten aquello que sí fuí.
Que disfruten por que fui feliz.
Y me recuerden como tal.
Feliz.
 
Posteado por Libelula a las 4:39 a. m.


Me siento bien. Los días han bajado su intensidad en calor y me doy cuenta que aquello era lo que necesitaba. Necesitaba aquellas suaves y cálidas palabras. Me siento extraña por un momento. Qué es ese silencio que me rodea?. Estoy sentada junto a la ventana y siento incluso a los pájaros cantar.
Le cantarán al amor?
Sentirán lo que siento yo? Es que acaso lo siento realmente?
Creo que es tiempo de dejar de cuestionarse los sentimientos.. desde cuando la cabeza los domina?
Nunca los ha dominado y no comenzará ahora
Siento el sol entibiar mi piel que hace mucho tiempo no sentía aquellos rayos..
Me entibia y me conforta.. me hace despertar tal como un oso despierta a la primavera.
Ya viene el invierno.
Vienen tantas cosas.
Y estoy impaciente ya no quiero esperar más!!
El tiempo nunca ha sido mi aliado.
Me siento en la ventana, y extraño tu olor.
Dónde te has escondido?
Pero no me preocupo en buscarte, sé que ya, en este momento, me estás mirando.
Sé que ya, en este momento, vienes hacia mí.