lunes, febrero 25, 2008
Posteado por Libelula a las 6:12 p. m.

A veces una palabra puede cambiarlo todo.
Peor aún cuando un silencio lo hace.
Decicí decir la verdad y tal vez quedar como una tonta, pero me siento mejor.
Y después de la verdad, sea lo que sea, no hay nada mejor que un abrazo y unas lágrimas que nacen sin provocación.
Un abrazo sincero, de esos que nacen mucho más profundo que los brazos que sirven para contenerlo, más allá del cuerpo que te rodea.
Esos abrazos reales, que vienen sin llamarlos, intensos como el mejor de los fuegos, seguros como la mejor fortaleza.
Todos nos equivocamos, lo importante es reconocerlo, no arrepentirnos, vivir y sobrepasarlo.
Podriamos haber dejado que todo siguiera su curso, pero me conoces, sabes que odio callar las cosas.
Para mí no fue una equivocación ni una debilidad, ni tampoco me arrepiento, eso te lo dejo bien claro.
Ya no te pido más, odio los silencios que me podrías dar como respuesta.
Lo acepto y lo reconozco, aunque haya acordado que esto quedaría entre nosotros.
 
jueves, febrero 14, 2008
Posteado por Libelula a las 2:25 p. m.

El día del amor, de las parejas, de San Valentín, de la amistad para algunos...
Para otros, un día comercial.. tal como el día del niño, de la madre y el padre...
Yo nunca he sido muy de celebrar el día de los enamorados, debe ser que cuando estás con alguien que quieres, para tí cada día es celebrar ese amor.. o tal vez porque creo que llegar a la intensidad de enamorarse es algo tan complejo...
Yo, en cambio, estos días celebro a las personas que están enamoradas de la vida.
Tal como en una pareja, la vida nos pide cosas, y dependiendo de la relación que tengamos con ella es como nos irá, algunos tienen una relación tan viciada con esta, que solamente se quejan lo injusta que es.
Estar enamorada de la vida es complejo, pero no imposible, es cosa de ver aquellas personas que contra toda la adversidad del mundo, son capaces de hacer cosas por ellos y por otros.
Son personas que en una abismante oscuridad, encuentran un motivo por el cual reír.
Son aquellas personas que dan un poco de sí para complacer al resto y a sí mismos, incluso si en un primer momento no pensaron hacerlo.
Son personas que algunas veces dejan sus intereses de lado, para ayudar al resto con los ajenos.
Son personas que han tenido el corazón roto, pero con tiempo y pegamento, han sabido dejarlo "casi nuevo".
Son personas que andan con la verdad, ya que odiarían tener vivir en un engaño.
Los que comprenden que los riesgos son para tomarlos, que en la vida no tenemos nada asegurado, y si alguien quiere saltar, comprende que tendrá que despegar del suelo.
Esas personas, aquellas que no nacieron en la vida que querían tener, sino que la construyeron poco a poco, son las que para mí, en este día, merecen todo el aplauso, los osos de peluches, tazones y flores.
Los demás, celebran una circunstancia, pero restos, unos pocos, celebramos la vida.
Hoy y todos los días.
 
jueves, febrero 07, 2008
Posteado por Libelula a las 3:18 p. m.


Te sirve para comprar árboles, pero no para que estos crezcan.
Para conseguir un mejor futuro, pero no para garantizarlo.
Para abrir puertas, pero nunca para cerrarlas definitivamente.
Para comprar cosas, pero no para que estas funcionen.
Para acercarte a alquien que quieres, pero nunca para que te quieran.
Para comprar un animal, pero no para asegurar su vida.
Para tener ropa de marca, pero nunca para vestirte.
Para tener dinero, pero nunca para hacerte valioso.
Para hacer que alguien te escuche, pero nunca para que alguien te oiga.
Para hacer que alguien te mire, pero nunca para que alguien te vea.
Para escaparte cuando las cosas se complican, pero no para desaparecer.
Para comprar cosas que te hacen feliz, pero nunca, para ser feliz.
A veces me pregunto si tanto esfuerzo por conseguir dinero, en realidad nos hace perder lo que nos podría hacer feliz.