
La diferencia entre estos dos tipos, es la promesa que nos hacemos.
Queremos algo más o simplemente nos conformamos.
Aquellos que se conforman con poco, usualmente tienen poco.
Y aquellos que se conforman con harto -no se engañe- algunas pocos están decepcionados, pero otros muchos, están conformes con lo que han logrado.
Lo que hace la diferencia entre estas personas, es el conocimiento.
No, no digo que el colegio les haya ayudado, sino es el "propio" conocimiento.
Las personas que se conforman con poco, rara vez cumplen sus promesas, (en caso que las conozcan) no creen en sus capacidades y peor aún, no están dispuestas a hacer nada porque esto cambie.
Y el resto de las personas, sabe, lo que son y conocen a lo que están dispuestos a llegar.
Saben que incluso 6000 horas antes de su nacimiento, ya estaban ganando.
Le ganaron a otros millones de competidores, y fueron los que se llevaron el mayor premio; nacer.
Hay personas, que nunca olvidan eso.
Nacieron ganadoras.
Otras, con el tiempo lo olvidan.
Y convierten sus vidas en una rutina que mataría hasta los sueños de un niño.
Olvidan mantener sus castillos en las nubes, y estos acaban por caer ante sus pies, lo que causa que se tropiecen.
Pero todos, todos, alguna vez nos tropezamos.
Lo que hace la diferencia, entre los grandes y pequeños, es que la cantidad de veces que se han sido capaces de levantarse y seguir.
Por eso, nunca hay que olvidar que ganamos desde antes de nacer.
El potencial para hacer grandes cosas existe, cada uno lo posee, al final, lo que nosotros definimos es sí lo queremos utilizar o no.
Eso es lo que nos hace distintos los otros de los unos.