
Yo siempre he creído que las personas son como los elementos básicos.
Me explico.
Hay personas que son como agua, tierra, fuego y viento. (Corazón queda para el Capitán Planeta)
Hay personas que son como fuego, indómitas, salvajes, que andan ardiendo por la vida, dando calor con cada abrazo, destruyendo algunas cosas pero simplemente por que es su naturaleza. Estas personas, son impredecibles, se van donde las lleve el viento, y donde exista algo para quemar. Y hacen daño, es inevitable, es su naturaleza.
Otras personas, son como agua. Necesitan una pendiente para deslizarse, su forma depende del envase donde estén contenidos. Son transparentes, refrescan el silencio, inocentes y por sobre todo, pueden doblegar el corazón del fuego, traer vida a a la tierra, y calmar el viento.
Hay algunas, que son como el viento. Desordenadas, revoltosas, silenciosas y que por sobre todo, aman su libertad. Pueden pasar por tu lado sin que las notes mayormente, pero cuando se quieren hacer presente, pueden destruir lo que quieran. Pueden unirse con otros vientos y hacer huracanes, o simplemente pueden pasar como una brisa por tu cabello. Le dan vida a las personas fuego, remodelan a la tierra, y transportan al agua. Pero la libertad, y las ganas, es aquello que las diferencia de todo lo demás.
Y últimas, pero no menos importantes, personas como la tierra. Estas personas suelen ser pasivas, esperando aquellos milagros para hacer lo suyo. Algunas de estas personas, se conforman con poco, unas gotas de agua es suficiente, un poco de calor también.
Pero aún así, están destinadas a grandes cosas. Pueden ser el hogar de un árbol, el mejor cimiento para un hogar. Lo único que les falta, son las ganas, y atreverse.
Entre estos elementos, siempre hay alguna persona que tiene más de un elemento que lo compone.
Pero eso es la vida, aprender a reconocer que milagro nos mantiene vivos y nos da forma, el resto, son palabras que; son quemadas por el fuego como una hoja de papel, se lavan con el agua, quedan enterradas sin ser vistas, o simplemente, se las lleva el viento.