-Espejito Espejito, ¿Quién es la más bella del Reino?
-Tú, reina, en mi cristal lo eres, pero te gana Blancanieves.
El reflejo de lo que somos, muchas veces opaca lo que queremos ser.
¿Cuantas veces ha sucedido que queremos saltar alto, pero en lo único que vemos es que tenemos los pies amarrados y no donde queremos llegar?
Muchas veces lo que dicen los demás de nosotros es tan importante que nos aferramos a eso. Creemos que alguien tiene una imagen positiva de nosotros y ahí nos quedamos, sentados, esperando que no cambie.
Qué no cambie?
Pero si todo en esta vida cambia. En cada segundo que pasa y que no podremos recuperar nunca. Nuestro cuerpo cambia; mueren y nacen células, en nuestro entorno; partículas se alejan otras se acercan, en nuestra mente; aprendemos cosas.
Lo importante de todo ese cambio, es dejar las cosas que nos hacen despreciarnos, e incrementar aquellas que hacen que nos hacen tan bien.
Un buen ejercicio -que hace poco realicé- es que gente que quiero y me conoce hace algún tiempo, hiciera una descripción de mí, mientras yo hacía una de ellos.
Al principio suena fácil, pero no lo es tanto.
Es una buena forma para ver que es lo que realmente otros ven de mí.
Y el resultado fue divertido y lindo.
Es algo que de verdad invito a otras personas a hacer.
El mejor espejo que nos refleja, son aquellas personas que nos rodean.
Y ese reflejo, tiene distorsiones, pero deberían son las menos.
Este espejo nos muestra lo que somos, y a la distancia que se encuentra lo que queremos ser.
El cuento es ahora, quién nos dice como recorrer de la mejor manera esa distancia para proponernos nuevas metas.
Hágame caso, ese ejercicio da resultados que ni se imagina.
Además, lo invito a postear en mi recién inagurado blog II, http://humun.blogspot.com Historias Urbanas Mundanas. :)