Hay palabras que debería haber callado, nunca haberlas dicho, y hay cosas que debería haber gritado.
Hay cosas que debería haber hecho, y otras tantas que debería haber dejado de hacer para que otros las hicieran...
Hay silencios que quisiera haber respetado, y otros que simplemente debería haber roto..
Hay besos que debería haber dado.. y otros simplemente haber olvidado..
Hay tantas cosas que debería... que quería... pero son tantas, pero tantas.. que me hacen ser quien soy.
Y para eso.. no hay ningún "debería", ni "quería".
Fue y dejó de ser.
Estúpidamente orgullosa de haberme equivocado, y más aún de haberme caído tantas veces.
Esas cicatrices de caídas, han hecho mis rodillas más fuertes, a sí que no descarto que esta fortaleza algún día me sirva para algo más.
Pero no me cuentan cuentos, ya sé como es caer y poder pararse.
Y puedo decir que es un logro mío.
Hay que andar siempre preparada con un corrector para mejorar los errores y convertirlos en aciertos.
Y -por sobre todas las cosas- saber cuando es útil utilizarlo.