No hay lugar que me provoque mayor nostalgia que los terminales. De buses, de trenes, de lo que sea. Terminales, estaciones, aeropuertos, todos ellos tienen un aire que duele.
Despedida. Nostalgia.
Para mí, esa esas son las palabras asociadas a "terminal".
Cada vez que voy, inclusive a buscar a alguna persona, me da la sensación de vacio que dejan las personas cuando se van de tu lado.
Cuantos besos que han sido robados por el silbato del chofer, cuantos abrazos han sido separados por no perder el bus, cuantas lágrimas no han encontrado manos por un largo vidrio que separa en un aeropuerto...
Terminal.
Nostalgia y pena.
Evito ir a aquellos lugares en los cuales corazones se han quedado acongojados por una despedida apresurada.
A veces solemos ser tan crueles con nosotros.
Recordando una y otra vez aquello que tanto nos daña pero que a la vez tanto nos gusta.
Las despedidas largas y el tiempo que nos separa de quien tenemos lejos.
Terminal.
"..Y sus lágrimas se quedaban pegadas al vidrio mientras mis manos agitadas intentaban improvisar una despedida adecuada, mientras mi corazón sentía que se llevaban algo de él en ese bus. Mientras veía alejarse a quién yo más cercano sentía en el mundo. Mientras tragaba mis penas por tener que dejar que se fuera..."
No hay lugar más grande para que un corazón se sienta perdido.
No hay lugar más pasajero que se lleva más despedidas apresuradas y besos que no se dieron.
No hay un lugar tan triste,para mí, como un terminal.