
Todos los días, de todo el tiempo de nuestra vida, estamos tomando o sorteando riesgos.
Pues bien, el otro día tontamente tomé un riesgo grande que no me correspondía.
Podría haber sorteado esa piedra y seguir caminando, pero no, la "tonta útil" como a veces me siento, decidió patearla.
Ahora en unas cuantas horas más sabré si la tiré fuera del camino, y no me molestará más, o si simplemente quebré alguna ventana.
Y no estoy tranquila.
Demasiado animal a veces, llevada por los impulsos y creyendo al 100% en cosas que no debería, lo pensé -claro está que no lo suficiente- y me tiré al bote.
La pregunta es ahora, cuantos -o mejor dicho- quienes, se habrían tirado de la misma forma por mí?.
Ya estoy harta de hacerme la misma pregunta.
Es que acaso nadie vive tan [___rellene con lo que quiera acá___] la vida como yo?.
Demasiado animal.
Y las consecuencias de eso no las sé. Estoy,como dicen los buenos chilenos como monja con atraso.
Asustada.
Bueno. Eran las opciones no?
Son los riesgos que tomamos por las cosas que hacemos o por las que dejamos de hacer.
Hay que ver de que lado está uno.
En este momento, estoy del lado de los temerosos por sus acciones.
Aprendí que el beneficio es directamente proporcional al riesgo, aunque en este caso yo no obtenga ningun beneficio por el riesgo que tomé.
Y así es la cosa.
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Otro hijo de la misma madre xD