Posteado por Libelula a las 1:08 a. m.

Últimamente le he dado cierto énfasis a las relaciones de la vida en este pequeño rincón, ya que para comprender lo exterior, debemos entender -o por lo menos- ser capaces de ver que ocurre en el interior.
Una pareja, es sin duda alguna,un binomio. La unión de dos. Cada persona, en sí misma es un conjunto de muchas cosas: virtudes y defectos. Todas estas cosas, nos hacen ser un conjunto bien constituido y único. Irrepetible.
Al unir nuestro conjunto con otra persona, debemos crear una intersección, y jamás.. pero
jamás un conjunto universo.
Cada persona debe mantener sus espacios, hacer las cosas que desea, pensar por sí mismas y por sobre todo velar por que estas cosas se mantengan tal como nos hace feliz.
En esta intersección, debemos cuidar -además de ser pareja- convertirnos en un partner, un compañero, un amigo y un consejero. Creo que no es necesario explicar por qué, pero una relación se basa en el intercambio de actividades, sentimientos y sensaciones, y si en nuestro conjunto no damos paso a ello... qué es lo que queremos contruir?
Debemos adaptarnos, pero sin dejar de ser nosotros.. debemos unirnos, pero sin olvidar ni dejar de ser la persona de quien alguien se enamoró o unió.
Hay que cuidar cada espacio, cada rincón, para poder pasar la escoba y notar que no hay manchas ni suciedad, que la relación crece en franca relación de la comunicación que existe.
Aquel dicho "Mi espacio termina donde empieza el tuyo", es algo bueno para recordar.
Debemos ser capaces de compartir los espacios, pero sin que se conviertan en tuyos, y de la misma manera aprender a ponerse en los zapatos ajenos -ver donde acomoda y donde duele.
Una relación se contruye con lo en común al principio, integrando paulatinamente las diferencias, para tener un conjunto intersección, sin perder nunca de vista el
conjunto universo.