sábado, marzo 22, 2008
Posteado por Libelula a las 9:04 p. m.

Hoy es un día distinto al de ayer.
Parece lo más obvio, pero algunas personas olvidan lo que hace único cada día.
En estos 86400 segundos puedo pedir unas 160 cosas por favor, comer unas cuantas calorías que nunca me han importado, mirar unos 7200 segundos de televisión y aún así no ver algo, escuchar unas 285 canciones y no recordarlas al momento de tener que hacerlo, caminar más rápido que el promedio, pero menos de lo que debo, y olvidar siempre hacer los ejercicios que me prometen un cuerpo sano.
En todos esos segundos, en más de alguno recuerdo a mis amigos, lo que hice el día anterior y lo que quiero para mi futuro.
Más de 820 segundos los ocupo pensando en algo que realmente anhelo, que no sé si tendré ya que no depende de mí.
Otros segundos, los gasto en los brazos de Morfeo. Siempre me ha gustado estar allí.
Y otros segundos que siempre se me escapan, pienso en cosas que nunca he podido remediar.
No sé si mañana tendré los mismos segundos que hoy, pero quisiera saber que sí.
Tal vez así, no me sentiría culpable cuando pido algo de tu tiempo o de tu atención y cariño. Diría "No importa, mañana tenemos tiempo", pero no lo sé.
Y hoy, no quiero un mañana. Quiero un super hoy, para mañana poder recordarlo feliz, a sí que dejemos la indiferencia para mañana.
Yo no se si mañana tendré la misma cantidad de segundos.. tal vez son menos, tal vez son los mismos...
Pero hoy, mientras tengo mis segundos guardados, quiero compartirlos.
No quiero esperar hasta mañana.
Empecemos hoy?
 
domingo, marzo 09, 2008
Posteado por Libelula a las 11:28 p. m.

Se acabó el verano, o por lo menos, las tan merecidas vacaciones.
A sacudirse los rayos de sol que todavía quedaban en una espalda que sigue blanca, a despegarse de las sábanas que cobijaron sin reprimendas por unas cuantas horas.
A sacarse las poleras para volver a las chaquetas.
A dejar de acostarse al amanecer, ahora volvemos al anochecer.
A olvidarse de las horas libres, y volver a las preocupaciones.
Volver a los horarios y las exigencias.
Por el resto del año volver a hacer, lo que algún día la gente recordará de nosotros.
Por que las personas, en realidad, recuerdan otras cosas.