jueves, septiembre 27, 2007
Posteado por Libelula a las 11:51 p. m.

Hay muchas definiciones para amistad, pero más que saber qué es algo.. algunas veces se facilita más saber lo que NO es.
Tu no eres mi amigo, si crees que con un "Cómo estás" una vez al mes puedes saber realmente como me siento.
No lo eres tampoco, si interrumpes casi todas mis frases, escuchas menos de la mitad las cosas que digo, y hablas el doble de lo que deberías cuando necesitas escuchar.
No eres mi amigo, sí crees saber conocerme, y no sabes realmente que deseo o cuales son mis motivaciones. Un amigo sabe donde quiere llegar el otro, y un buen amigo, hace todo por que esto ocurra.
No eres mi amigo, sí buscas que te de ayuda infinita, y luego lo olvidas cuando yo necesito algo.
No eres mi amigo, sí no eres sincero. Tus mentiras hasta un desconocido las puede tener, y la amistad requiere un poco más que eso.
No eres mi amigo, si no te importo. Aunque las palabras dicen mucho, las actitudes dicen mucho, pero MUCHO más.
No eres mi amigo, si solamente me recuerdas cuando necesitas algo. La amistad no es incondicional, tiene condiciones, y una de ellas es la reciprocidad.
No lo eres, si no eres capaz de recordar, y en honor a esos recuerdos, actuar.
No lo serás, si en tu vida todo se basa en mentiras para lucir como no eres.
No lo fuiste, si se te olvidó estar allí cuando realmente te necesité.
Nunca lo serás, si no puedes dejar algo de tí, para mí.
Y aunque me encantaría que lo fueses, no podemos ignorar algo tan grande como una ballena sobre un bus.
 
lunes, septiembre 24, 2007
Posteado por Libelula a las 7:37 a. m.

Una de las preguntas más recurrentes de las personas que están en proceso de "conocerse" es preguntar la edad.
Cumplo un año más hoy, por si usted lo desea saber.
Y no me siento distinta comparando hoy con 525.600 minutos atrás.
Tal vez tiene la duda, de cuantos años tiene esta libelula, pero vamos, dejeme tener su atención unos segundos más..
Ahora, en vez de pedir regalos, pido ser un año más sabia, en vez de ser un año más terca.
Espero poder, durante este año, aprovechar todos aquellos segundos que desperdicié antes.. de algo que sirva la experiencia.
Pero vamos.. la edad.. es realmente importante?
Es un número, algo que equivale otra cosa que no se puede cuantificar.. Alguien puede ponerle un valor a lo que hemos vivido?
Yo no.
No me siento de mi edad, pero tampoco de alguna otra... Se entiende?
Soy bien vieja para algunas cosas, tengo mis mañas y formas de hacer las cosas, preferencias bien marcadas para algunas otras.. pero para otras, soy bien niña; todavía disfruto aquellas cosas sin "valor" que la gente olvida, todavía regala estrellas y encantada las acepta... Me entiende? Soy como dos.. más bien tres en una;
Una niña, una persona que se identifica con la edad que tiene, y una vieja.
Los números,para mí, pasaron a ser solamente una cifra, nada que realmente me identifique, y no es porque el número sea excesivamente grande...
Pero si tiene dudas, y cree que soy una niña, o que soy una vieja.. sépalo ya; Acabo de cumplir mis 23 años.
Y tengo ganas de seguir cumpliendo muchos, y muchos más.
 
viernes, septiembre 21, 2007
Posteado por Libelula a las 12:07 a. m.


Pasamos gran parte de nuestra vida en el colegio.
Para muchas personas, esta es la mejor etapa de la vida.
Quieren volver a repetirla una y otra vez, algunas intentan seguir cultivando las amistades que allí germinaron, y otras se rinden antes de intentarlo.
Conocer a las personas con las cuales compartes gran parte del día, pasa a ser algo que se hace sin notarlo, de la misma manera que respiramos. No estamos concientes de la necesidad de conocer, pero vaya que es grande.
Durante esos años, conocí personas que ahora son importantes en mi vida, otras que lo fueron, y algunas otras que marcaron etapas de gran importancia en esos años.
Personas que amaban la música, que se abrazaban a ideales, que compartían sonrisas, que interpretaban los sueños.
Desde amantes de Nirvana, a alguien que leía el Tarot, todos aquellos, en su conjunto y en su individualidad, cambiaron algo en mí.
Tal vez en esos años me protegí más de lo que debía, pero poco a poco el temor se alejó, y ahora veo tan distintos aquellos días.
Hoy me encontré con tres de ellas. Tres compañeras con las cuales compartí mucho más que el aire de aquella sala de segundo piso. Ha pasado tanto tiempo, y a la vez, cuando las ví, fue volver a esos minutos, una vez más.
Nos pusimos al día desde la última vez, nos sorprendimos con algunos cambios, y comprendimos otros, algunas palabras no tuvieron oportunidad de salir, pero sin duda alguna, volvimos a ser aquello que ya eramos: unas cotorras.
Desde que salí del colegio, he cambiado mucho.
Nunca valoré algunas cosas que ahora veo con los mismos ojos que han cambiado tanto.
Debe ser que más que el colegio, es la vida la que enseña, y durante esos años, enseña más que palabras y operaciones matemáticas.
Y ahora me arrepiento de no haber aprendido con más personas algo que no fue un apunte, ni materia en clases, ni pregunta de prueba: transformar el compañerismo en amistad.
Unas pocas relaciones desde el colegio prosperaron, y otras, esperan una eterna respuesta, una señal o alguna casualidad.
No me rindo.
 
lunes, septiembre 17, 2007
Posteado por Libelula a las 12:31 a. m.


El síntoma de "La Rana Hervida", explica que, si ponemos a una rana en un recipiente con agua hirviendo, esta saltará para salvarse, mientras que si a la misma rana, la ponemos en un recipiente con agua fría, y comenzamos poco a poco a calentarla, la rana se irá adaptando y no saldrá del recipiente, hasta morir hervida.

La experiencia es cruel, enseña, algunas veces de la manera menos preferida: el dolor.
Aquella ranita que pensó que con un poco de adaptación lograría torcerle la mano a la vida, finalmente perdió la suya.
Es complicado ser una ranita y no saber si nos encontramos seguros en un charco, o si estamos en una olla con agua lista para ser hervida.
Es tan complicado vivir en un mundo donde nadie se detiene a explicar lo que sabe, y con miedo, hay que saltar antes de ser víctimas de los "pequeños cambios" que nunca llegan, perdiendo cosas de un valor que poco alcanzamos a divisar, ya que asustados, saltamos hacia el lado equivocado.
Qué tan seguro es acostumbrarnos a las condiciones siempre cambiantes si no sabemos cual es la finalidad de ellas?
Tal vez, de tanto cambio, terminemos todos hervidos por no habernos detenido a pensar si tanta adaptación era buena.
Adaptarse y cambiar son cosas positivas, pero hasta cierto punto.
Cuánto de lo que soy puedo cambiarlo para que yo y otros consigamos lo mejor? La respuesta debiese ser "Suficiente"
Pedir, no es tramposo.
Lo tramposo, es comprometerse a dar y no hacerlo.
Y lo interesante, es ver hasta que punto podemos torcer la mano, sin terminar como la ranita de nuestra historia.
 
viernes, septiembre 14, 2007
Posteado por Libelula a las 12:37 p. m.

"Cuando las oportunidades se dan, tómalas."
Dicen que no existen oportunidades ilimitadas, pero cuando la duda está entre arriesgarse y perder algo (el que mucho abarca, poco aprieta, dicen) y arriesgarse y hacer valer las condiciones y ganas que tenemos de hacer algo.. qué se decide?
Tomar la oportunidad e intentarlo.. o dejarla pasar y quedarnos con la duda "Qué bueno podría haber salido de esto?"
La duda me asfixia.. y todas las voces me aconsejan distinto.
La única que se mantiene callada es mi voz interior. No se pronuncia, ni susurra. Nada.
Y yo, con un pie a punto de arriesgarme, no se si dejarme caer o no.
 
miércoles, septiembre 05, 2007
Posteado por Libelula a las 3:47 p. m.

No.
Ya no soy un limón.
Y no es por lo amargada, por favor, no me ofenda de esa manera, me refiero simplemente, que ya no me pueden sacar el jugo y hacer como si fuese lo más natural del mundo.
Me cansé, pero no de la vida, ni de los días, ni de las noches, ni de esforzarme, ni de sonreir... Sino de todas aquellas personas que creen que es correcto dejar que otros hagan su trabajo, o se dejan estar.
Me aburrí, no de esas personas, sino de esa actitud.
Me "avispé"; ahora intento ser justa, conmigo y con los demás. Ya no debo construir futuros ajenos a costa de mi presente.
Porque la gente siempre dice, "Hoy por tí, mañana por mí", pero es típico que eso es al revés.
Como que todos los días es por "tí", y el por "mí" nunca llega, porque siempre es hoy. Siempre vivimos el presente.
A sí que no más.
A olvidar por algunos momentos el corazón de abuelita que me dice "inclúyelos en el trabajo", o "No seas mala".
No señor.
Si hay que ser mala para ser justa, lo voy a hacer, aunque me duela.
No hay que confundir buena persona con tonta-limón.
Hay una tremenda diferencia, y deberían verla.
Dicen que la justicia es ciega, pero yo creo que hay que poner de nuestra parte para que pueda ver.
No señores, esto se acaba.
Desde ahora, si quiere parte de la torta, tendrá que trabajar en ella.
He dicho.
 
domingo, septiembre 02, 2007
Posteado por Libelula a las 10:24 p. m.


Las personas necesitamos reconocimiento.
Y es mejor aún cuando es inesperado y viene de las personas que menos creímos que nos notarían.
Tengo que agradecer una doble premiación (No hay primera sin segunda dicen...) que me tomó absolutamente por sorpresa.
Quien me otorgó el primer premio fue Ricardo J. Román, y el segundo, Ingrid.
Agradezco la atención que le ponen a mis letras, cada post con su opinión (que más que humilde opinión, para mí es algo lleno de valor...) y también esta premiación.
Aunque no hay dinero, ni palmadas en la espalda, es reconfortante saber que personas todavía regalan algunas cosas sin pedir algo a cambio, y en este caso, agradezco profundamente el reconocimiento a mis letras.
Muchas Gracias (:
Como corresponde, yo también entrego este galardón a blogs que siempre tienen algo que me hace volver...
1.- Caricias Perpetuas: Sus palabras dulces hacen creer en lo que algunas veces parece desaparecido...
2.-Alma Verde: Sus palabras son alocadas, sinceras y divertidas. Pero reales.
3.-Maya: Sus narraciones de la calle de la imaginación..
4.- MagnoliaNegra: Sabe como escribir verdades, y lo hace con gracia y estilo.
5.-Pepe Grillo: Un insecto como yo, no puede ser olvidado ni dejado de nombrar.
Sé que debí otorgar muchos más premios, pero eran sólo 5 ):
Las reglas para los que recibieron el premio:
1.- Sí, y solo si, alguien te da el premio escribe un post con los 5 blogs que te hacen pensar.
2.- Enlaza el post original para que la gente pueda encontrar el origen del premio.
3.- (Opcional) Enseña el botón del premio enlazando el post que has escrito dando tu premio.